Gustos Culposos




Todos tenemos gustos que nos cuesta trabajo admitir, y es que los Gustos o Placeres Culposos no perdonan edad, sexo, condición física y mucho menos posición económica. Los disfrutamos a escondidas y en ocasiones nos importa mucho quien lo sepa porque nos provoca un poco de vergüenza. Existen muchos tipos de Gustos Culposos, desde los musicales, los gastronómicos, costumbres raras, etc.



Por ejemplo, tengo un conocido (hombre respetado, educado, culto) al que le gusta mucho la buena música que va desde la Clásica hasta un buen Rock Clásico. Siempre es un placer escuchar sus playlist, excepto cuando descubres que entre ese tesoro de canciones esta la del  Gato Volador de El Chombo. Obvio, en una ocasión que comenzó a sonar esta canción a todo volumen, él se puso de mil colores y la quitó de inmediato alegando que fue algo de broma...en serio?. Me puse a pensar que no le pesó gastar 20 pesos en iTunes para tenerla en su colección y escucharla cuando le de la gana. Vaya, es su gusto culposo y no lo critico....solo me reí de él en su cara.



Mi gusto culposo es bastante asqueroso, lo confieso...me encanta exprimir barros y espinillas. Salivo y me emociono  cada que veo un video en YouTube de la Dra. Pimple Popper. Soy su más fiel seguidora en Instagram y me duermo viendo pequeñas capsulitas de las extracciones que hace. Pero no solo tengo ese...el que más penita me da es mi gusto por ver el reality show de las Kardashian. Cada vez que lo hago me la paso refunfuñando porque honestamente se me hacen ridículas, sobreactuadas y súper plásticas, pero no puedo dejar de ver el programa, es como una droga.



Hay gente que se toma una cerveza a escondidas porque sabe que le hace daño, o quienes no pueden resistir comerse ese pastel de chocolate que sabe que los engordará, existen hombres que se hacen pedicure y manicure con regularidad pero no lo aceptan, hay quienes su gusto culposo es otra persona con la cuál tienen una relación ya sea abierta u oculta y no la pueden terminar, hay quienes se comen los mocos o las uñas de los pies, hay quienes les gusta fumarse un porrito  de vez en cuando, todo esto y más hacemos como individuos y es que el tener estas costumbres o manías y mantenerlas en secreto nos hace justificarnos ante la sociedad sobre algo que nos provoca placer porque nos sentimos avergonzados. ¿Realmente tiene sentido el experimentar este tipo de culpa? No, no lo tiene. Hay que disfrutar cada instante. Aprovechemos la capacidad que tenemos de saborear lo que nos provoca placer (sea culposo o no), a no estar siempre pensando en el que dirán y a vivir la vida intensamente....recuerda que solo tenemos una....bueno, excepto los gatos....ellos tienen 7.


Comentarios

Entradas populares